miércoles, 31 de agosto de 2011

Tristeza não tem fim

Parece que mi gato se está muriendo. Desde el viernes no come ni bebe nada por su propia voluntad.

Hacía mucho que no me sentía tan sola: ni mi novio, ni mi mamá, ni mi hermana, ni mi amiga, ni la veterinaria (obviamente) parecen querer enterarse de que ando necesitando un poco de contención. Simplemente siento que no puedo soportar esto sola..., pero estoy sola.

"... no suelta hasta que me hace llorar."

El capitán Beto y yo necesitaríamos que apareciera el anillo que ahuyenta los peligros de nuestro cosmos; aunque no nos pueda proteger de la tristeza.